Un lugar donde perderse

Hemos estado 6 adultos con niños pasando la Semana Santa y han sido unos días perfectos. La propietaria, Susana, y su familia se desviven para que todo esté a punto y que no te falte de nada. La gente del pueblo muy servicial y atenta por si también necesitas de ellos. Los niños han disfrutado muchisimo y nosotros hemos descansado y desconectado. La equipación de la casa extraordinaria, no hemos echado nada en falta y resaltar la limpieza.

Gracias por todo Susana, creo que es un lugar donde volveremos, muy recomendable para todos.